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¿Beber agua realmente ayuda si estoy resfriado?

¿Beber agua realmente ayuda si estoy resfriado?

Un enfoque cercano a ese consejo que siempre hemos escuchado.

Cuando estamos resfriados o con gripe es común escuchar: Beber agua abundante es bueno. Supuestamente, consumir constantemente agua, té o cualquier otra bebida, ayudará a recuperarte más rápido y aliviar los síntomas. Pero en algún momento, probablemente después de uno de los cuantos viajes al baño, te has preguntado: ¿Estar desechando está cantidad de agua realmente está ayudando?

La respuesta corta y concisa es: SÍ. Y la razón principal no debería sorprenderte. «Cuando estamos con gripe o resfriado, perdemos líquidos”, según el experto David B. Banach, jefe de prevención de infecciones y epidemiólogo hospitalario de la Universidad de Connecticut, además lo reafirma pues dice que la fiebre alta contribuye para que el cuerpo se deshidrate.

La deshidratación también es un común en personas que tienen diarrea o vómito, y no es de extrañar, ya que su cuerpo expulsa muchos líquidos en esta condición. La falta de apetito es otro síntoma que aporta a la deshidratación cuando estamos enfermos, haciendo que no bebamos la cantidad óptima de agua y líquidos.

Si sudamos mucho, tenemos diarrea o vómito, es posible que debamos complementar el consumo de agua con bebidas ricas en electrolitos. Pero en un típico resfriado, es mejor evitar las bebidas azucaradas. Esto incluye los jugos. Aun cuando existen jugos de frutas como la naranja que tienen vitamina C y potasio que aportan al sistema inmunitario, también está cargado de azúcar, y el azúcar tiene propiedades inflamatorias. En su lugar, los especialistas recomiendan beber agua natural con un poco de limón fresco o unas gotas de naranja para obtener un toque de vitamina C y más sabor.

Otra razón por la que las personas pueden deshidratarse cuando están resfriadas y tienen gripe es porque esas enfermedades tienden a ocurrir en el invierno y el aire es más seco. Sobre todo, cuando estás dentro de casa y tienes alguna fuente de calor encendida, conoce un poco más en nuestro artículo “5 razones por las que deberías beber más agua cuando hace frío”. Esto no conduce a una deshidratación total en el cuerpo, pero si resecará la nariz, los ojos y la boca.

Las mucosas del cuerpo tienen que ser ricas en fluidos y necesitan estar húmedas para tener un funcionamiento óptimo y eficiente, evitando así que las enfermedades se extiendan e incluso protegiéndonos de posibles otras enfermedades en el ambiente. Tomar agua y líquidos no azucarados ayuda al cuerpo a producir la cantidad adecuada de mocos y sustancias protectoras.

Sin embargo, pedir a las personas que aumenten su consumo de agua o líquidos tiene poco que ver con «curar» un resfriado o una gripe. La hidratación ayuda al sistema inmunitario, pero no hay pruebas sólidas que respalden está afirmación, según Banach. De hecho, no existen estudios científicos que apoyen la idea de que aumentar la ingesta de líquidos mientras estamos enfermos hará algo beneficioso para el cuerpo. Aparte del hecho de que la deshidratación puede enfermar a las personas, el exceso de hidratación no necesariamente sofoca los síntomas o te llevarán a mejorar más rápido.

Tampoco hay una recomendación única sobre cuánta agua debemos beber cuando estamos enfermos. Una creencia común es que todo el mundo debe aspirar a beber unos ocho vasos de agua por día, aproximadamente 64 onzas, pero esto dependerá de muchos factores para ser una receta específica, lo importante es beber agua cuando el cuerpo lo necesita.

Los primeros signos de deshidratación incluyen, obviamente, un aumento de la sed, pero también sensación de debilidad, no orinar una cantidad normal y fatiga. Los síntomas más graves incluyen confusión, aturdimiento, mareos y frecuencia cardíaca rápida.

En términos generales, si estamos con fiebre, podemos ayudar a nuestro cuerpo si llenamos más veces nuestro vaso de agua, Edward Bernacki, especialista de Texas, recomienda beber un vaso adicional de lo que habitualmente tomamos por cada grado de temperatura corporal a partir de los 37,5 grados. Es importante que las personas que tienen mayor riesgo de deshidratación, como los pacientes de edad avanzada, los niños pequeños y las mujeres embarazadas, beban mucha más agua cuando están enfermas, especialmente si tienen fiebre o están perdiendo agua.

Una de las principales razones por las que los pacientes sean ingresados en el hospital en el entorno de una gripe o una infección por virus es por la deshidratación, por lo tanto, es muy importante mantenerse hidratado cuando nos sentimos mal.

Bernacki también dice que una hidratación adecuada puede ayudar al cuerpo a asimilar mejor los medicamentos, lo que puede conducir a un alivio más rápido de los síntomas. Es probable que el tomar agua y líquidos no hagan que desaparezcan los síntomas del resfriado y de la gripe, pero puede evitar que estos empeoren aún más.

Recuerda, beber agua siempre es bueno, especialmente si bebemos agua de calidad certificada como Splendor Mineral Water. Pídela a domicilio a 373 20 20 o en nuestra web www.aguasplendor.com.ec

Basado del artículo de Christina Stiehl on Vice.com – Artículo original: aquí

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